Si te interesa, aquí lo encontrarás…

Desde que estaba en la Universidad, me picó el gusanillo del periodismo, aunque no era esa la carrera que estaba estudiando ni tampoco a lo que me dediqué finalmente. Era extraño porque las letras nunca habían sido lo mío, pero la curiosidad sí, así que puede ser que por ese lado se le pudiera encontrar una explicación a esta afición tan repentina, dado que nunca me había dado por escribir, ni por leer prensa escrita, ni tampoco era muy aficionado a los programas del corazón.

En fin, que a mi vena cotilla le dio por apuntarme al periódico universitario, un semanario que se encargaba de dar las noticias más relevantes del campus, amén de anuncios, proyectos, opciones para el ocio y alguna que otra oferta laboral. No tenía mayores pretensiones, y aún así, yo pasé de la parte informante y me dediqué a artículos de opinión, escribiendo mi parecer sobre temas que por lo general no tenían nada de actuales, sino que los iba comentando según me fueran viniendo a la mente. Eso sí que era un periodismo alternativo, jeje.

Pero conforme fueron pasando los meses, me di cuenta de que quizá me estuviera enfocando mal en el asunto, porque allí, rodeado de gente a la que sí le interesaban las noticias y los sucesos que sucedían a diario, empecé a entender que para tener una opinión de algo, había que tener información suficiente de ello, mejor si era desde distintas fuentes y distintos ángulos de visión. Bueno, no me enorgullece haber tardado tanto en comprenderlo, la verdad es que yo iba bastante a mi bola, pero como dicen por ahí, nunca es tarde si la dicha es buena.

Entonces cambié mi estilo y empecé a opinar sobre la actualidad, no sin antes tener un buen caudal de información sobre cualquier cosa sobre lo que se me ocurría hablar. Parece que ese cambio en mi estrategia gustó bastante a los lectores, aunque como seguí escribiendo lo que pensaba y se me pasaba por la cabeza, los artículos no perdieron su esencia, y cuando nos dimos cuenta eran los propios usuarios lo que me pedían opinara sobre ciertas cuestiones, lo que agradó bastante en el periódico. Y así seguí durante todos mis años de universitario, y ¿sabéis qué? Aún lo sigo haciendo.

Sigo haciendo algún que otro artículo para la universidad, pero ahora, con este nuevo proyecto, quiero pasarme a la edición digital, que al fin y al cabo sospecho que será el futuro del periodismo escrito. ¿Podría ser esto otra opinión? Quizá, pero que quede claro que no está basada en ningún hecho objetivo, sólo en impresiones y conversaciones escuchadas al azar. Aunque si esto va a ser así, me encantaría formar parte.